La Paz, Bolivia, 27 de mayo 2023, anochece…. Más de doscientas personas se congregan en la calle 4 de Mallasa, al sur de la ciudad para presenciar la propuesta sonora y visual de Lisandro Aristimuño en el Proyecto Cultural Barranco como parte de la gira “SET 1” con la que está recorriendo varios países de Latinoamérica.
La zona de Mallasa, es un valle cortado por ríos y quebradas de tierra erosionada que han modelado durante milenios, curiosas formaciones de tierra, al punto de ser denominada “valle de la Luna” por su superficie irregular y de belleza singular. En ese marco natural está “El Barranco”, un proyecto cultural autogestionado por una pareja de visionarios gestores
y artistas bolivianos que apuestan por brindar a los visitantes un espacio cultural alternativo de entorno natural. Y Lisandro no desentona, funde su sonido que se esparce por toda la quebrada, los árboles secoyas y eucaliptos se tiñen de azul violeta dando un espectáculo pocas veces visto.
Uno podría pensar que un show de alto nivel como el que comentamos aquí, debería ser albergado en espacio formal con todo lo que implica (butacas, telón, acústica, etc.) Sin embargo, la experiencia al filo del barranco (literal) es única, poco a poco las dudas se diluyen y dan la razón a los productores del evento: Aristimuño en “El Barranco” es un acierto.
Lisandro Aristimuño es un músico, pro- ductor, multiinstrumentista y cantautor argen- tino, cuyo estilo mezcla influencias del rock pop y su variante electrónica con géneros tradicionales como el folkclore. Usando un set de samples, teclados midi y guitarras de 6 y 12 cuerdas, el show solista de Lisandro te envuelve de principio a fin, puedes ser un fan conocedor, como la mayoría de los presentes o un curioso interesado por la fama del músico, todos caen sublimados por las secuencias bien estructuradas de un músico sólido, concreto que ha madurado su sonido
y su propuesta poética.
El show combinaba “enganches” en vi- vo “a lo Dj”, guitarras electroacústicas y una voz profunda de alto registro, todo ello realizado por el mismo Lisandro en medio de los cánticos y aplausos eufóricos de su público que ya entrado el show, se había fundido también con al ambiente sonoro y el entorno natural. Por eso confluyen ambos emprendi mientos alternativos.
Aristimuño rompe con el paradigma del cantautor detrás de su instrumento y juega en vivo con las posibilidades sonoro rítmicas brindadas por la tecnología, todo ello, por supuesto, pensado y estructurado por un músico que sabe muy bien lo que quiere y la forma de conseguirlo, proyectando el oficio tradicional de hacer canciones a un futuro cercano de intimidad entre la música, la tecnología el ambiente y el público ávido de canciones poéticas.
Está claro, el artista de ahora debe acercarse más a las posibilidades tecnológicas de experimentación acústica y el formato mini- mal (solista) pero con sonido completo.
Al mismo tiempo, un espacio a cielo abierto conceptualizado desde la perspectiva naturalista y abierta a todas las artes y artistas consagrados y/o emergentes, se hace mas que necesario en el contexto post pandemia que ha mermado la existencia de
varios espacios formales.
Punto alto para el Proyecto Cultural Barranco que apuesta por traer shows de alto nivel para espacios a cielo abierto.
Lisandro Aristimuño, visto y escuchado de cerca por este melómano, es sin duda alguna, la voz más representativa del rock pop alternativo de la actualidad argentina de la generación post “época dorada” (Luis Alberto
Spinetta, Charly García, Fito Páez, Gustavo Serati, entre otros) ¡Larga vida a la música de autor! (Carlos Sivila Zárate/ es cantautor, y gestor cultural
potosino).