La primera Larga Noche de los Museos (en alemán: Lange Nacht der
Museen) tuvo lugar en Berlín en 1997. El concepto de abrir las puertas de los santuarios culturales que custodian la historia y el legado de las mujeres y los hombres del pasado fue muy bien recibido, y  desde entonces el número de instituciones participantes y exhibiciones ha crecido considerablemente, esparciéndose a más de 120 ciudades a lo
largo de Europa y del resto del mundo.
En Bolivia es una fiesta singular. Se ha dispersado en todas las direcciones del mapa adaptándose a las idiosincrasias locales, creciendo con nuevas ideas y perspectivas. Por ejemplo, en el municipio de Potosí la larga noche de museos en realidad son 4 a lo largo del mes de mayo, en Santa Cruz de la Sierra se la lleva adelante dos veces por año y la gran
mayoría de los municipios del valle alto cochabambino tienen su jornada museística, solo por nombrar algunos ejemplos.
La Paz, pionera de la larga noche en Bolivia
Quienes fueron parte de las primeras versiones de la Larga Noche de Museos en el municipio de La Paz coinciden en recordarla como una experiencia que, si bien fue interesante, no tuvo gran repercusión y se circunscribía únicamente a cuatro museos ubicados en el casco viejo de la urbe paceña.
El encuentro museístico este 2023 tuvo 8 puntos diseminados por el municipio de La Paz y en coordinación con el municipio vecino de EL Alto fue la red de espacios culturales formales y alternativos simultanea más grande articulada hasta ahora, pues la iniciativa desde hace años ya, ha pasado los muros de las antiguas casonas ampliándose a todo espacio de vocación socio cultural que enlace su actividad principal con el concepto de la LNM que es simple pero concreta: “cultura para todos”.
Bien podría sonar a cliché pero es cierto, es el ejemplo que una actividad bien gestionada, hecha con esfuerzo y perseverancia, puede llegar a ser la más esperada del año. Ahora bien, luego de 17 versiones realizadas de seguro el aprendizaje es vasto y su proyección en el tiempo debe estar lleno de retos.
Más allá de la calle Jaén
Parafraseando al poeta Jaime Sáenz, prócer de las letras paceñas del siglo XX, la calle Jaén es breve en su recorrido, pero grande en 
significancia para la historia latinoamericana, pues en su seno se encuentra ubicada la casona donde se confabuló e inició el grito libertario del 16 de Julio de 1809 liderado por Pedro Domingo Murillo y Apolinar Jaén. He ahí el museo más importante de La Paz la “Casa de Murillo” declarada patrimonio arquitectónico y cultural de La Paz y bien patrimonial nacional. Al alrededor de ella se encuentran otros tres museos (Museo Costumbrista “Juan de Vargas”; Museo del Litoral Boliviano; Museo de metales preciosos) que completan el complejo museístico de la calle Jaén, principal punto en este encuentro cultural.
Principal pero no único. Se han sumado todos los museos de la ciudad, los formales, como el antiguo hemiciclo parlamentario ubicado en Plaza Murillo y las nuevas formas de conservar no solo objetos, sino costumbres a través de objetos como el “Museo de la Coca”, bibliotecas, discotecas o hemerotecas privadas que se abren al público, instituciones educativas con obras de arte trabajadas específicamente para la ocasión por niñas y niños y son expuestas por horas para el deleite de las familias. Sin duda es un encuentro social que realza el amor a nuestra identidad cultural. (Carlos Sivila Zárate/ es cantautor, y gestor cultural potosino).